«No puede ser que pase esto cada vez que caigan dos gotas», decía indignado un vecino en los alrededores al consultorio médico. Y es que la tromba de agua que calló anoche dejó anegadas, como de costumbre, las calles de la entrada de Balerma. En algunos puntos el agua llegaba a los 40 cm, lo que originó inundaciones en cocheras subterráneas, locales y casas.
Los cruces de la calle Dalías con calle Prosperidad y Princesa Sofía eran intransitables con vehículo. Algunos aventurados se vieron obligados a parar sus coches a la espera de que el nivel del agua bajase. Incluso vecinos cortaron el paso con su coche en calle Prosperidad, para evitar que esto ocurriese más veces. Las tapaderas de alcantarillado estaban levantadas por la fuerza del agua, lo que ocasionó alguna caída de personas que transitaban por las calles inundadas.
Además, se contó con la intervención policial para cortar el paso de coches en la rotonda del consultorio médico, y de los bomberos, para instalar bombas de agua que sacasen la que se acumuló en los garajes. La indignación vecinal era parpable, ya que sufren todo esto cada vez que llueve, y reclamaban una solución eficaz.
