Entrevista realizada por Almudena Fernández para IDEAL a Antonio Gómez, presidente de la Junta Local de Balerma. Le gusta presumir de «estar emparentado» con media Balerma. Toda su familia es de este núcleo ejidense y él ha crecido en este rincón costero del que, desde hace casi un año, tiene la labor de gestionar a través de su cargo como presidente de la Junta Local; sin dejar de lado la que dice es su verdadera profesión: la agricultura.
¿Qué balance hace de estos doce meses al frente de la Junta Local de Balerma?
Ha sido difícil. Al llegar me encontré que la economía estaba verdaderamente mal y que con ese poco dinero hay que hacer encaje de bolillos para hacer cosas. Se ha peleado céntimo a céntimo para cualquier obra, sin que ello impida que me remangue alguna vez para cosas como hacer la sombra para la barra de estas fiestas. Es verdad que en el Ayuntamiento de El Ejido he encontrado mucho apoyo. Cuando les pido algo se desviven, pero me piden esperar a que haya partida presupuestaria. A todos nos gustaría ser más rápidos y más ágiles, pero la situación no nos lo permite.
¿Qué tal está siendo el trato con la oposición?
La verdad es que es bastante bueno. Tanto por parte del PAL como del PSOE estoy encontrando apoyo. Lo cierto es que yo intento dar cuenta de todo. No engaño en nada porque lo que pretendo es ser lo más transparente posible. La oposición también es consciente de la situación que tenemos por lo que prácticamente no hay enfrentamientos. Además, yo estoy abierto a sus propuestas, que intentamos también sacarlas adelante.
¿Cuáles son las principales necesidades de Balerma, según su opinión?
Si hablamos de proyectos que se pueden hacer, sin duda hay que apoyar la iniciativa del equipo de gobierno para poner en marcha un hotel y un camping. En Balerma tenemos la agricultura que es nuestra principal fuente de ingresos, pero hay que trabajar por el turismo porque también beneficiaría a los comercios y de ahí que nos hayamos esforzado para conseguir una oferta turística interesante cada fin de semana en Balerma.
Ahora mismo se nutren de turismo residencial, claro.
Es difícil valorar cuanta gente llega en verano pero me atrevería a decir que duplicamos los casi 5.000 habitantes que hay censados. Vemos mucha gente de fuera por el paseo estos días y eso siempre es bueno. Muchos de los que pasan el verano aquí aseguran que lo hacen por ese concepto de familiaridad que hay con los vecinos.
¿Y para cuándo entonces ese camping y el hotel?
Sé que se está trabajando en ello desde la Concejalía de Turismo. La concejala Luisa Barranco mantuvo un encuentro con la Junta de Andalucía recientemente para solicitar permisos y actualizar el proyecto. Yo creo que pronto podrá estar en funcionamiento el camping en Balerma. La cuestión del hotel es más complicado porque requiere otra inversión y de fondos privados, pero igualmente se está trabajando en este asunto.
Y todo ello sin perder de vista la identidad de pueblo pesquero de Balerma, ¿no?
Claro. Balerma es un pueblo muy vinculado a la mar y durante muchos años su fuente económica fue el mar, hasta que se fue reconvirtiendo en la agricultura.
¿Encuentra apoyo en las asociaciones de Balerma?
La verdad es que sí. Desde la Junta Local no podemos hacer todo y las asociaciones, todas, están colaborando mucho y trabajando de una forma constructiva; nada de poner zancadillas. La asociación cultural Las Castañuelas organizó hace unos días una pintada en el paseo con los niños y también va a realizar actividades de aquagym, en colaboración con el IMD. Las amas de casas harán también juegos tradicionales. También están colaborando mucho desde la asociación de vecinos Campomar o desde el Club Náutico, por ejemplo.
¿Qué actividades hay previstas para las fiestas de este verano?
En el fin de semana de las fiestas de la Virgen del Carmen hemos tenido torneo de fútbol, día de la bicicleta o carreras populares. Hoy lunes habrá cucaña, paella gigante y la procesión y embarque de la Virgen del Carmen.
¿Pero las fiestas grandes de Balerma se viven realmente en agosto, no?
Para la Virgen de las Mercedes habrá una semana completa de actividades. Del 8 al 10 de agosto celebraremos el torneo de fútbol sala en el pabellón. El día 10 leerá el pregón Pilar López, vecina de Dalías, y también se entregarán los premios a los ganadores del primer concurso de relatos breves que hemos organizado con motivo del Año Internacional del Envejecimiento Activo y la Solidaridad Intergeneracional en el que han participado los estudiantes del colegio y el instituto. El sábado habrá batalla de agua, mercado de antigüedades, un mago y noche flamenca. El domingo 12 de agosto habrá regata, el trofeo de veteranos, juegos tradicionales y espectáculo equino. El lunes habrá campeonato de mayores, aquagym, verbena y coronación de la reina y damas. El domingo habrá fiesta de la espuma y desfile de carrozas con charanga. El 15 de agosto será el día grande con la romería de la Virgen de las Mercedes, que se lleva al parque donde a las ocho será la misa y procesión y, si el tiempo lo permite, también por el mar.
¿En todo este tiempo cuales han sido las principales demandas de los balermeros?
Sinceramente, pensaba que esto iba a ser un infierno (bromea). El problema es que ha habido una época muy alegre de dinero y ahora la situación es completamente diferente. Afortunadamente la gente lo está entendiendo muy bien. Ahora no nos podemos plantear hacer inversiones, sino simplemente trabajar porque los servicios sean realmente efectivos. No podemos cambiar las cosas de un plumazo, pero se está trabajando por ejemplo en la limpieza, que es algo que en Balerma me preocupa todo el año, pero especialmente en verano. Estamos intentando cumplir con sus demandas, aunque sea poco a poco, cuando la economía nos lo permita.
¿Cuándo se despida de este puesto, cómo le gustaría que le recordasen?
No sé el tiempo que estaré aquí, pero cuando me vaya tengo que seguir siendo amigo de todos y saludarme con todos los balermeros. Estoy aquí para gobernar por todos los vecinos, me da igual su índole política, sus creencias o vida personal. Sólo quiero ayudar a la gente desde mi puesto.